lunes, 7 de abril de 2008

Que no vuelvan los lentos!

Ya se que estoy medio atrasada con el tema y que el boom del querer que vuelvan los lentos ya pasó hace varias semanas, pero la lamparita del presente post se me prendió el sábado, y me indicaba ese título…
La cuestión es, que, mientras bailaba al ritmo del DJ Cattaneo estuve pensando en el tema de escritura en el cual me voy a explayar aquí y ahora.
Mientras daba saltitos y revoleaba la cabeza, pensaba… ¿Quién quiere que vuelvan los lentos?
¡Qué no vuelvan los lentos! Son un bajón!
Si estás soltera, alto garrón bancarse que cualquier tipo venga a hacerse el vivo, te agarre la cintura con las manos todas transpiradas, sentir el mal aliento, aguantar toda una canción tan cerca de alguien que, seguramente es un goma total y no para de decirte boludeses al oído…
Si estás en pareja es malísimo también porque si estás sola en el boliche tendrías que pasártela rechazando gansos, y si estás acompañado no está tan bueno… lo lindo de salir a bailar en pareja es divertirse, y los lentos no son divertidos, definitivamente…

El sábado en la Southfest me convertí en una nueva defensora de la música electrónica. En general suelo ser más ofensora que defensora de las cosas, pero le encontré muchas virtudes para la vida cotidiana y en sociedad.
Obviamente que en mis conclusiones influyó mi crianza porteña, porque también son una defensora de esa individualidad que te posibilita Buenos Aires.

Está buenísimo eso de que cada uno baila en la suya, o con sus grupo de amigos, nadie va a venir a joderte para levantarte con chamuyos tontos…quizá te pidan un trago de agua, pero con mucha buena onda y un trago de agua no se le puede negar a nadie.
Además si vas en pareja es lo más!!! Super divertido, porque tenés toda la confianza y podés tirar cualquier paso ridículo y está todo bien, asimismo es una muy buena salida para salir de la rutina y alimentar el vínculo. Además no hay peleas, hay mucha gente pero la evacuación del lugar está re organizada y, el sistema para comprar bebidas es muuuy bueno y rápido. Aunque parece un bajón ir al baño es re fácil, hay un montón de baños químicos que están mucho más limpios que los baños de la mayoría de los bares palermitanos. Pero lo que considero realmente una ventaja es el ejercicio físico, creo que son como 5 clases de aerobox de un saque, descargás energía y por sobre todo liberás endorfinas, esas “cositas” que tu cuerpo liberta inteligentemente para que te sientas mejor…
Puede ser que peque de ingenua, y que esté obviando algunas cosillas, pero la verdad que hoy me levanté positiva y esta positividad depende mucho de mi experiencia electrónica…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Si... qué se yo... tipo que entre estar entre nosecuantas personas, con la música altísima, todos chivados porque no paran de saltar y un lento... lo tengo que pensar eh

Anónimo dijo...

Tía:

No hay nada que pensar! De eso se trata!! Bailar un lento con un ganso que no conocés no es bailar, es pensar:
-Cómo me deshago de este idiota?
-Dónde está la salida de emergencia?
-Cómo era el código secreto para que mi amiga me rescate?
-Porqué no me sonará el celular en este momento?
-Etc, etc, etc
y si el tipo te gusta:
-Qué le digo?
-Espero no pisarle los pies..
-Tendré mucho aliento a speed con vodka?
-Le pido el celular o espero a que me lo pida él?
-Le gusto?
-Etc, etc, etc


Jochiro:

En la próxima estoy ahí con ustedes haciendo el ridículo sin importar quién esté mirando (porque nadie mira, y eso... está buenísimo!)
Así sacamos afuera todo eso que venimos acumulando al mejor estilo flogger... o no!

Qué lindo... ai ai...

Anónimo dijo...

Definitivamente no compro la negativa a los lentos... Tuve bailadas de lentos buenísimas, pero buenísimas en sério... y el punchipunchi también me ha hecho pasar buenos momentos, así que eso: punchippunchi Y lentos

Y al que no le caben los lentos, cuando los pasan, que vaya a comer un chori afuera o recupere el ritmo cardíaco :)