miércoles, 9 de abril de 2008

Ese misterio femenino

El misterio femenino tiene que ver con aquel complemento tan deseado y querido por nosotras: La Cartera…
Pero… el misterio no es lo que llevamos adentro… eso se lo dejo para los pensamientos básicos que se descocan por averiguar lo que llevamos como si fuera la respuesta al nacimiento del universo…
Lo que es realmente un misterio es ese amor incondicional que les tenemos y que ellas nos tienen a nosotras, porque nunca nos defraudan, y nos brindan una felicidad inexplicable…
Son un sentimiento, como el peronismo, no existe explicación lógica ni racional para definir lo que nos pasa con ellas. ¿Por qué nunca es suficiente? ¿Por qué nos hacen tan felices? No es justo.
Que fetiche interesante ¿no? ¿Qué es lo que realmente representan? Creo que es nuestro mundo interior pero exterior. Algo así como un disco de almacenamiento externo, pero portátil… como el celular, la agenda pero más, porque los abarca.
Creo también que hay un momento específico en cada mujer en la que le llega el enamoramiento… una va por la vida con una mochilota amorfa que ama, hasta que zas!, te pica el bichito del amor. A partir de allí la necesidad se hace creciente.
Pero… ¿por qué es tan importante su apariencia? Que convine con nuestra vestimenta es imprescindible, que nos identifique también, no cualquiera nos conforma… sin importar el material, la forma, el tamaño… Pero no hay una cartera para cada mujer, hay miles de carteras para cada tipo de mujer. Una para que entren los apuntes de la facu, otra para ir al super, para ir a bailar no se necesita la misma que para ir a cenar a un restaurante…
¿Por qué no nos podemos conformar con una o dos, de colores neutros, de esas que van con todo y listo? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿POR QUEEEEEÉ?!!!!!
Es ese el mayor de los misterios femeninos.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Porque una buena cartera hace a cualquier look, y ese creo que es realmente el fetiche.

Por más que la ropa sea lindísima, siempre al ponértela te vas a ver demasiado gorda, demasiado flaca, demasiado blanca... pero las carteras no nos hacen sufrir así.

Mi cartera plateada no me saca rollos, la roja no me hace petiza y la de tachas no me hace grande la cola. Son así de incondicionales, todas ellas.

Cuando el pelo no me queda como lo soñé y la balanza me traiciona, sé que siempre puedo contar con mis fieles carteras para hacerme sentir mejor. Y así salgo a la calle con más confianza y más contenta, y encaro el mundo de una manera completamente diferente a como sería si usara una riñonera simplemente "funcional".

Soy superficial? Sí, pero no, but yes, but no...

Supongo que simplemente se trata de buscar esas cosas cotidianas que nos sacan una sonrisa. Y para mí, para Jochi, y para la mayoría de las mujeres que conozco, una de esas cosas son las mágicas carteras.

Felicito a todas las dueñas (yo incluida) de los ejemplares arriba. :) :)

Anónimo dijo...

Repito lo dicho por msn:
- los zapatos me pueden moooooocho más que las carteras, pero mal
- que las pechuguis de paulita sean más armónicas para mostrar collares lo acepto, pero en este compilado carterístico falto yo che
- y la inclusión de la cartera-piletera, eh???

ahora en señal de arrepentimiento te vas a la ofi con todos tus petates en una bolsa de coto!!